El origen del vino en la antigua Persia

Una jocosa y e ilustrativa leyenda sobre sobre el origen del vino data en tiempos del rey Jemshed, en tiempos de la Gran Persia (hoy Irán). En aquellos tiempos se preservaba el fruto de la vid en bolsas de piel de cabra, en donde fermentaban. En una ocasión el rey probó el jugo ya fermentado el cual le causó indigestión. Ante esto, Jemshed ordenó etiquetar con la palabra "veneno" a todos estos productos. Tiempo después, una de sus esposas de su harém se sintió decepcionada de haber perdido el favor de su rey. Ella cayó en una gran depresión y quizo suicidarse. Así que decidió, por medio de una jarra, beber el venenoso líquido contenido en las pieles de cabra. Para entonces, el líquido ya había madurado lo suficiente de modo que lejos de suicidarse entro en un gran estado de euforia nunca antes vivido. El rey Jemshed la sorprende en este estado desenfrenado, y estaba ella en un estado tan jovial que recupera su posición de dama principal del harém y favorita incondicional del rey.